BURDINEZKO GERRIKOA
Bilboko Asanblada Antifaxista
Bajo las sucesivas y profundas crisis económicas que sufre el capitalismo, como es el caso de la situación en la que nos encontramos a día de hoy, quienes ostentan el poder y aquellos que los respaldan, pretenden que la clase obrera pague con su sufrimiento por enésima vez los platos rotos de un sistema que hace aguas por todas partes. Las medidas de explotación son excepcionales, mientras el imperialismo estadounidense con el beneplácito de la Comunidad Europea, se centran en guerras de rapiña, como es el caso de Siria, Ucrania o Irak, para preparar la esclavización y el reparto de territorios que les garanticen hegemonia política, económica y militar. Tratando de resolver el problema de los mercados, mediante la guerra.
Quienes lanzan esta ofensiva a escala mundial, con el ojo puesto en su bolsillo sin recabar ni por un instante en todo el reguero de sangre que dejan a su paso, son aquellos a quienes no les tembló el puso para hacer uso de la dictadura abierta de la burguesía, el fascismo, facilitando su ascenso al poder en Alemania, Italia, Japón o el Estado Español.
La dictadura facista toma diferentes formas dependiendo de las condiciones históricas, sociales, económicas y sus particularidades nacionales. El fascismo es el poder de la capa más reaccionaria de quienes ostentan el control de las grandes industrias y los bancos. Es la organización del ajuste de cuentas terrorista con la clase obrera, el chovinismo en su froma más brutal, que cultiva un odio bestial hacia los demás pueblos.
El fascismo hace uso principalmente de la exaltación nacional despreciando a otros pueblos y naciones. Engaña de forma particular a las personas despempleadas y desvía la atención de las masas de los problemas internos hacia los externos, instigando a las éstas contra los demás pueblos, atizando las pasiones nacional-chovinistas y pintando perspectivas de mejoramiento de la situación de la clase obrera por medio de la conquista de regiones y territorios vecinos. Se empeña en oponer unas a otras a las diferentes capas de la clase obrera, mediante la consigna del "divide y vencerás": a los trabajadores activos contra los que sufren el paro o a la clase obrera autóctona en contra de aquella venida de otros países.
La problemática del fascismo no es un problema a nivel local, o que se desarrolla particularmente en uno u otro espacio. Es un problema internacional, y que por éstas particularidades concretas, ha tenido en Europa un desarrollo determinado que a día de hoy prosigue con gran virulencia en lugares como Grecia, los países del este europeo y en particular en Ucrania, ascendiendo al poder mediante golpe de estado fascista financiado por EEUU, la CEE e Israel.
En Euskal Herria esta realidad no nos puede resultar ajena. Tras el fin de la dictadura fascista que suposo la impunidad y el olvido de los crímenes del fascismo, el Estado se replegó denuevo y volvió a su forma democrático-burguesa de dominación. Todo quedó "atado y bien atado" y los partidos que dieron por buena la reconciliación, cerraron filas frente al fascismo. A día de hoy, en un Estado que ataca de forma violenta a la clase obrera haciendo uso de medidas y leyes fascistas, se le pretende otorgar al fascismo un carácter residual, marginal, propio de elementos que están más cerca de tribus urbanas, que de la propia burguesía que les ampara, dispuesta a hacer uso de ellos cuando las circunstancias lo exijan.
Semanas atrás hemos visto como en las calles de nuestros barrios, en Bilbo en particular y en Bizkaia en general, aparecían decenas de pintadas de carácter fascista, xenófobo y racista: "Inmigrantes parásitos sociales", "inmigración ez!", "Euskadi es España", "Vascongadas es España", etc., firmadas muchas con las siglas de alguna organización fascista. Santutxu, San Inazio, Barakaldo, Basauri, Karrantza, Rekalde, Balmaseda, Txurdinaga, Sopelana, además de la frecuente propaganda en ciudades como Iruña o Gasteiz o los ataques habituales a monumentos de los caídos a manos del fascismo.
Por todas estas razones, son por las cuales, sin ningún atisbo de dudas, entendemos que la proliferación del fascismo es un peligro real y objetivo. No nos valen los argumentos de que asignarle un carácter peligroso a una serie de pintadas sea una manera de hacer cundir el pánico sin razón alguna. El mero hecho de que en cualquier rincón lejano, la burguesía azote el fascismo pbrotar el gérmen y mermar la lucha de nuestra clase, es más que suficiente para organizarnos y solidarizarnos.
Entendemos que la lucha contra el fascismo es internacional, de igual modo que la lucha de la clase obrera contra el mismo. Por ello no podemos quedarnos cruzados de brazos y encerrarnos en una postura de comodidad aludiendo que son pocos y desorganizados. Es por ello, por lo que ante la carencia de un sujeto orgánico, que luche contra la proliferación del fascismo en nuestras calles y que no se limite únicamente a meras tareas de comunicación en diferentes medios, nos hemos juntado para sacar adelante un proyecto de carácter antifascista para organizarnos, realizar tareas de concienciación y luchar contra el fascismo ante su menor expresión.
Las líneas de nuestro trabajo deben ser claras:
- Centrarse en tomar conciencia sobre la necesidad de que sin una fuerte conciencia de clase, aferrada a los valores más elementales que siempre ha hecho suya la clase obrera, el fascismo se abre paso y echa raíces entre nosotras de muy diversas formas. Por ello es esencial trabajar contra sus múltiples facetas: el racismo, la xenofobia, el chovinismo o el sexismo.
- La no existencia de elementos u organizaciones fascistas en Euskal Herria, o su actividad marginal, no excluye la necesidad de hacer agitación en contra del fascismo. Es más, dichas circunstancias merecen ser aprovechadas para labrar un terreno favorable, para que cuando el fascismo intente hacer acto de presencia, la conciencia y fuerza para atajarlo de raíz, sea abrumadora.
- No debe permitirse, que con la agravación de la crisis del capitalismo, el fascismo utilice su discurso embaucador y pseudocombativo, para ocupar espacios abandonados, querer otorgarles el carácter de centros sociales y utilizarlos como plataforma para hacer proxenetismo de sus ideas xenófobas, racistas y asesinas, como está sucediendo en diversas ciudades del Estado.
- Debemos centrar el trabajo en concienciar a las gentes que conforman el tejido de los barrios obreros de nuestra ciudad, sobre qué es el fascismo, cómo identificarlo, cómo combatirlo y cómo acabar con él.
- Nos dirigimos a trabajar con todas aquellas personas, colectivos, asociaciones y organizaciones, que entiendan que la lucha contra el fascismo, la toma de conciencia en la lucha contra él mismo, pasa por tejer fuertes vínculos revolucionarios, que compongan una fuerte conciencia, por donde no pase desapercibida ni la más mínima expresión. Un proyecto amplio, que busque la unidad de acción de diferentes sectores de la clase obrera, encaminados en la lucha contra el fascismo, la ofensiva capitalista, contra quienes buscan la confrontación belicista y contra el enemigo de clase.
- Cada persona debe tener la libertad de aportar en consonancia con sus capacidades y hasta donde cada una decida llegar en el trabajo organizativo, el formativo, o de cualquier otro carácter.
Tenemos el deber de hacer partícipe a nuestro entorno y, con el tiempo y el trabajo, ampliar la implantación de nuestro trabajo y hacer proliferar organismos de carácter antifascista, que se expandan hacia otras zonas de la geografía. Tejer un Cinturón de Hierro contra el fascismo.
EZ DIRA PASAKO!
